Gaia Psicología Úbeda

Acerca de Gaia Psicología Úbeda

Desde sus primeros pasos en el campo de la psicología, GAIA ha estado profundamente movida por un deseo de entender más sobre los animales y el comportamiento humano, especialmente en cómo la mente humana maneja las adversidades. Tras completar sus estudios en psicología alrededor del 2005, comenzó a trabajar en un proyecto destinado a niños y niñas de familias en riesgo de exclusión social. Este trabajo inicial fue profundamente emotivo para ella, observando cómo jóvenes provenientes de entornos desestructurados mostraban una notable capacidad de resiliencia frente a situaciones adversas. A pesar de enfrentarse a circunstancias difíciles como el maltrato y el abandono, muchos de estos niños demostraban una madurez sorprendente, luchando por superar sus traumas y hacerse un lugar en el mundo.

Esta experiencia le llevó a reflexionar profundamente sobre qué es lo que permite a algunos seres humanos crecer frente a la adversidad, mientras que otros se ven superados por ella. A lo largo de su carrera, fue encontrando respuestas a estas preguntas a medida que trabajaba con diferentes grupos de personas, incluyendo a los ancianos. Le sorprendió cómo algunos de ellos, habiendo vivido guerras y hambrunas, podían aún así encontrar aspectos positivos en sus experiencias y disfrutar de la vida, mientras que otros no lograban hacerlo.

Su búsqueda de respuestas la condujo a especializarse en Psicología Positiva mediante un doctorado, fascinada por el estudio del funcionamiento del cerebro y cómo las emociones, que sirven como una brújula interna, pueden ser ajustadas para ayudar a superar eventos externos adversos. En 2014, dio un paso más hacia la psicología clínica al unirse a Gaia Psicología. Inspirada por la teoría de Gaia, que ve a la Tierra como un ser vivo en equilibrio, encontró una metáfora perfecta para aplicar en la formación de salud mental, aprendiendo a balancearse ante desequilibrios tanto externos como internos.

En su camino, ha encontrado grandes aliados en sus perros de terapia y en técnicas como el Mindfulness, que enseña a vivir en el momento presente y a manejar las emociones negativas, que son vistas no como enemigas, sino como aliadas esenciales en el viaje de la vida. Esta filosofía está en línea con las ideas de Martin Seligman, quien afirma que si solo tuviéramos emociones positivas, la especie humana habría desaparecido hace tiempo. Ella continúa su labor en el campo de la psicología, comprometida con ayudar a otros a encontrar equilibrio y bienestar a través del entendimiento y manejo de sus emociones y experiencias.

En su trayectoria, ella ha abrazado la idea de que el equilibrio emocional y el desarrollo de fortalezas personales son fundamentales para la superación de desafíos. A través de su trabajo en Gaia Psicología, ha aplicado estos principios no solo a sus pacientes, sino también en su desarrollo personal y profesional, enriqueciendo su práctica con cada interacción y cada historia de vida que ha tenido el privilegio de tocar.

La adopción del Mindfulness en su metodología ha resultado ser una herramienta valiosa. Este enfoque le ha permitido a ella y a sus pacientes cultivar una mayor conciencia del momento presente, reduciendo el impacto de recuerdos dolorosos y ansiedades futuras. Su trabajo con Mindfulness no se limita solo a la reducción del estrés, sino que se extiende a la integración de emociones negativas, las cuales, según ella, no deben ser evitadas sino comprendidas y gestionadas como partes integrantes de una vida emocionalmente rica y balanceada.

El uso de perros de terapia ha sido otro aspecto distintivo de su enfoque. Estos animales no solo ofrecen consuelo y apoyo emocional, sino que también sirven como catalizadores para el aprendizaje y la aplicación de habilidades de manejo emocional en situaciones reales. La presencia de los perros facilita un ambiente terapéutico más relajado y abierto, donde los pacientes, especialmente los más jóvenes, se sienten más seguros y receptivos al tratamiento.