Cantarico Alfarería | Cerámica Artesanal en Arjonilla

ℹ️ Acerca de Cantarico Alfarería | Cerámica Artesanal en Arjonilla

¡Bienvenidas! Mi nombre es Miguel Ángel, soy artista plástico, alfarero y también Cantarico. Mi bisabuelo, al que la gente llamaba “Cantarico”, fue alfarero (hacía cántaros pequeños) y a toda nuestra familia nos llaman por el mismo apodo. Para mí es un orgullo compartir este nombre y una inspiración poder expresarme artísticamente a través de él.

Cantarico alfarería es un pequeño taller localizado en Arjonilla, un encantador pueblo de la provincia de Jaén (Andalucía). Nace tanto del deseo de preservación de la tradición cerámica de mi pueblo, donde ya había alfareros hace 4500 años, como de la ilusión de crear nuevos conceptos, valorando la belleza, la delicadeza y el diseño como signo de un trabajo primoroso y exclusivo.

Siempre he tenido una conexión intensa con la cerámica: mi madre era pintora y me inculcó el cariño hacia el dibujo y el Arte. Este vínculo, sumado a las inquietudes artísticas que tenía, me llevaron a licenciarme en Historia del Arte en la Universidad de Granada, para posteriormente dedicarme al Arte como artista plástico, realizando diversas exposiciones en España, Portugal y Alemania.

El encuentro con la alfarería fue inevitable: había 12 empresas cerámicas rodeando la casa que compré junto a mi esposa, donde vivimos y trabajamos. La primera vez que sentí la arcilla en el torno supe que este iba a ser mi trabajo, que mis inquietudes anteriores habían ido encaminadas a ese momento, un momento en el que al crear, pudiera tener todo el potencial de mi formación y aprendizaje en otras áreas.

Mi formación se la debo sobre todo a mis compañeros de Arjonilla, por lo que puedo decir que tengo un poco de cada uno en mi memoria y mis manos. Todo ese conocimiento aprendido me sirvió para entrar a formar parte del “Registro de Artesanos de Andalucía”, que tiene como objetivo la puesta en valor del trabajo artesano y su protección.

Creo que cuando se usa un objeto lo tienes más presente. Puede ser algo muy especial que te alegra el desayuno, anima a tus invitados o sorprende en un regalo. Por eso intento que mis piezas sean lo más bonitas posible y que la persona que las tenga pueda llegar a tener una conexión con ellas.